15 de octubre de 2010

Chile: un recorrido rápido por Santiago

El fin de semana pasado hice un viaje corto a un país que tenía ya como meta: Chile. Todo comenzó por una supuesta promoción de LAN para viajar desde Buenos Aires a precios 'baratitos'. Pues bien, la promoción nunca funcionó como dijeron, así que terminé comprando el pasaje por la aerolínea brasileña GOL a precios razonables. Estuve tres intensos días, así que dedicaré una entrada por cada día.

Buenos Aires de noche

Primer día en Santiago. Me recibió Annie, una amiga barranquillera con una buena vida allá, por la madrugada. Descansé un poco y el viernes a primera hora estaba de pie esperando a que Julián, mi compañero de viaje, llegara a donde yo estaba. ¿Qué hacer un día en Santiago si no tienes mucho tiempo para recorrerlo en su totalidad? Pues haz lo que yo hice, pagué un City Tour Hop on- Hop off de Turistik, y dediqué todo el día a subir y bajar del bus en los lugares que más me interesaba recorrer. Resultado: un éxito. Julián y yo pudimos conocer buena parte de la ciudad, visitar los puntos más famosos, comer delicioso, y sentir que conocimos todo Santiago.

Edificio que me gustó y yo

Santiago es una ciudad moderna, nada parecida con Buenos Aires. La arquitectura es moderna, limpia y las vías están pensadas como ciudad desarrollada, diferente a la idea que uno puede tener de una ciudad latinoamericana. La gente resultó muy amable, en general, siempre nos indicaban los caminos correctos y si no sabían, conseguían la respuesta. 10 puntos.


Pasamos por el primer edificio más alto de Chile, el hotel Sheraton, bajamos en el barrio Bellavista y caminamos hasta la casa de Pablo Neruda. Neruda tiene tres casas - turísticas- en Chile, así que por lo menos a alguna hay que ir. La Chascona se llama ésta que queda en Santiago.

En esta casa vivió con Matilde, una de sus esposas. La nombró La Chascona, porque Matilde tenía su cabello rojo siempre suelto y despeinado, y chascona en quechua quiere decir despeinado. La casa está construida asemejando un barco y durante todo el recorrido puedes sentir el romanticismo de Neruda. Creo que hasta me enamoré, sino miren esta foto que puse en Flickr y lean la descripción.

Luego subimos al cerro San Cristóbal por un teleférico. Desde ahí se obtiene una vista panorámica de Santiago. La verdad, no fue tan lindo porque tiene mucho smog la ciudad, el aire no circula porque la cordillera funciona como una pared que impide el paso libre del aire, así que toda la polución se concentra sobre la ciudad. El guía dijo que por esta razón muchos santiagueños sufrían de enfermedades respiratorias. Sin embargo, arriba en el cerro está la virgen de la Concepción y está todo estructurado como una iglesia al aire libre, con el fondo panorámico de la ciudad. Así sí voy a misa... para tomar fotos.

La ciudad y el smog

La Plaza de las Armas y luego el mercado central son paradas obligadas. En la plaza está la Catedral, el Correo Central, algunos edificios más antiguos y por supuesto, la Plaza donde hay mucha actividad en horas diurnas.

El edificio del Correo Central

En el Mercado Central o Mercado de frutas está toda la movida gastronómica de mariscos. Ahí llega el pescado fresco que luego se repartirá a los distintos restaurantes de la ciudad. Por eso, los restaurantes de la zona tienen deliciosos mariscos. Julián y yo almorzamos en El Galeón, comimos un corviño exquisito y una paella de- mu-er-te- len-ta. Otros 10 puntos.

Por último en el recorrido, fuimos al Palacio de la Moneda, que es el palacio gubernamental. Llegamos por la parte de atrás, nos emocionamos, tomamos fotos y luego nos dimos cuenta que ese no era el frente. Igual nos teníamos que ir y las fuentes de agua estaban apagadas, así que no nos perdimos de LA foto. Nos bajamos también en el cerro de Santa Lucía, pero después de todo el día caminando, subiendo y bajando, sólo nos tomamos la foto y fuimos a ver las artesanías. Tomamos el último bus de Turistik que ya estaba fuera de servicio y fuimos a casa.

Parte de atrás del Palacio de la Moneda

Por la noche, nuestros anfitriones Annie y Holman, nos llevaron a Patio Bellavista, una especie de Mall con muchos restaurantes y bares. Muy lindo y con mucha onda. Cenamos en De Tomo y Lomo, comimos hasta estallar, y lo peor, tomamos como sedientos, pero no cualquier cosa, primero tomamos Pisco Sour y luego lo combinamos con vino. Excelente combinación para continuar turisteando al día siguiente (nótese el sarcasmo).

Después de todo este día, fuimos a rockear con Guitar Hero en casa de amigos. A las dos de la mañana terminó nuestro intenso día. A dormir que mañana hay que madrugar para ir a Valparaíso y Viña del Mar.

Más próximamente.

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