28 de noviembre de 2011

La increíble y triste historia de Aerolíneas Argentinas y sus gremios desalmados

"Este país es como una carrera de obstáculos", me dijo una amiga argentina. Aún, después de dos años de estar viviendo aquí, sigo sorprendiéndome con este circo país. Para los que no lo sepan, aquí les cuento la increíble y triste historia de Aerolíneas Argentinas y sus gremios desalmados.

Desde hacía meses habíamos planeado un viaje con mi mamá y mi hermana para conocer el glaciar Perito Moreno en Calafate. Teníamos pensado llegar al medio día del sábado 12 de noviembre a Calfate, disfrutar la tarde, el domingo y el lunes, y volver esa noche del 14/11.

Justo el viernes 11, alguno de los gremios que provee a Aerolíneas, sintió la necesidad de hacer un paro, por lo cual todos los vuelos del viernes se retrasaron. El sábado, como parte de la ola de atrasos, habiendo estimado llegar a Calafate a la 1 de la tarde, terminamos aterrizando a las 9 de la noche.

Nuestro vuelo era BsAs - Trelew - Calafate, pero nos cambiaron la escala a BsAs - Ushuaia - Calafate. De BsAs a Trelew hay casi dos horas, a Ushuaia cuatro. Así que un viaje planeado para cinco horas, entre escalas y esperas, se volvió de catorce horas: 14!!!!! Con ese mismo tiempo llego a Barranquilla (Colombia) y ceno. Hay que sumarle a esto, que en todo el tiempo de vuelo y espera dentro del avión, no ofrecían más nada que AGUA, por problemas con el gremio, como anunciaba la azafata por el micrófono. Llegamos a Calafate hambrientas, cansadas, frustradas y de muy mal humor. Un día menos de NO disfrute.

Ahora viene la mejor parte: El regreso debía ser el lunes por la noche (tipo 8). Nos adelantaron el vuelo a las 5:30 p.m. Nos pasaban a buscar a las 4:15 p.m, lo que impedía hacer cualquier tour en el día. A las 4 nos avisan que el vuelo está retrasado 1 hora. A las 5 nos buscan. En el aeropuerto nos anuncian que el vuelo está retrasado hasta las 9 de la noche. 4 horas en el aeropuerto sin nada que hacer, lamentando haber perdido ese día también. A las 9:15 p.m aterriza en Calfate el avión que nos llevaría a Trelew - Buenos Aires. A las 10 menos 10 nos avisan que la "tripulación estaba vencida", que no nos podían dejar en Calafate porque no habían hoteles desocupados y que tampoco llegaban a Buenos Aires. Así que nos llevaron a todos a Trelew y nos dieron hotel en Puerto Madryn (al menos) con la promesa que a las 9 a.m del día siguiente saldríamos a Buenos Aires. A las 12:30 aterrizamos en Trelew. A la 1 de la mañana todavía no aparecían nuestras maletas y no había nadie que nos indicara cómo debíamos hacer. La falta de respuestas, atención y servicio al cliente era de terror, DE TERROR! A la 1:45 a.m, apareció un calvo diciendo que nos íbamos todos en un bus y que nos pasaban a buscar al hotel a las 12 del medio día. ¿Pero cómo? ¿No salíamos a las 9?, "Ah no, no, la tripulación tiene que descansar y solo puede salir a las 2 de la tarde". A las 2 y media de la mañana terminamos llegando al hotel, otra vez de mal humor, otra vez hambrientas y otra vez cansadas. Al día siguiente, el bus pasó por nosotros, pero no cabían 6 personas, que tuvieron que quedarse en el hotel a ver si la aerolínea les mandaba un Remis. El mismo avión en el que llegamos nos fuimos, los mismos pasajeros + otros cuatro que estaban esperando en Trelew la noche anterior. Llegamos a Buenos Aires a las 5:30 de la tarde del martes 15 de noviembre. Caos, desinformación, falta de atención y cuidado, sentimiento de abandono, desorden, irresponsabilidad, inoperancia, inutilidad... algunos sentimientos causados por Aerolíneas Argentinas.

En resumidas cuentas: debíamos llegar el sábado 12 al medio día a Calafate y terminamos llegando a las 9:30 de la noche. El lunes 14 a las 8 de la noche ya debíamos estar en casa y terminamos llegando el martes 15 a las casi 6 de la tarde. ¿Es justo? ¿Para quién? Y no fuimos los únicos, fueron 5 días de vuelos cancelados, retrasados o desviados, incluyendo los internacionales. ¿Cuántas miles de personas más?

Para los argentinos que justifican este tipo de actos de los gremios, quiero decirles que el 90% (estadística sacada al aire) de los que estaban en esos vuelos eran extranjeros. Al menos en este de Calafate había una pareja de porteños y un señor de Córdoba que viajaba solo por trabajo, los demás éramos todos de otro país. ¿Saben entonces cuál es la lectura de Argentina? No me extraña que los europeos hayan lanzado expresiones como "pobres argentinos", "esta es una aventura en el tercer mundo", "en este país no quieren trabajar", "por eso se llaman países subdesarrollados"; agrego a esto que si queremos tener el título de "en vías de desarrollo", estamos yendo en el camino equivocado. Aquí los que quedan mal son ustedes, mis queridos amigos argentinos. Esta es la aerolínea que los representa por el mundo. Una vergüenza ajena.

Al final de cuentas, no todo es malo y mi siguiente post será sobre la belleza de esa imponente obra de la naturaleza que es el glaciar. Esto lo escribo hoy, dos semanas después que sucedió esta payasada, porque en los mil intentos que tuve antes para hacerlo, sólo me salieron insultos.

9 de noviembre de 2011

¡Los expats no somos guías turísticas!

Como extranjeros viviendo en otro país, siempre recibimos mensajes de gente que quiere venir a nuestro lugar de residencia, pidiendo información sobre la ciudad, los planes, transportes, precios, hoteles, zonas, detalles y cualquier cosa que traigan en mente. Con los amigos uno hace un esfuerzo y ayuda, pero lo peor es cuando recibimos esos mensajes del amigo de un tío, de un sobrino que es primo segundo de un conocido que es amigo de la familia, de la hija del tío del amigo de tu papá de la primaria... OMG, estos no tienen ninguna vergüenza y menos cuando te piden quedarse en TU casa!

A una amiga le llegó este mail y yo lo publico para que POR FAVOR no repitan nunca lo mismo. Nosotros los expatriados, ¡NO SOMOS GUÍAS TURÍSTICAS! y si quieren planear sus viajes, TripAdvisor y LonelyPlanet son dos muy buenas guías con mucha información.


Está en inglés, pero vale la pena cada párrafo, así que saquen el traductor.

4 de noviembre de 2011

Hace calor, ¡es verano!

Acá en Buenos Aires no hay playa. La más cercana queda a 4 hrs de carretera y el agua está siempre fría, así que de caribe no tiene ni el nombre: Mar del Plata. Llega el verano, las chicas salen cuasi en pelota por las calles, los chicos sacan sus looks más alternativos, las pieles bronceadas (de los hombres) son mi deleite visual, hace calor y también hay olores, pero a la gente le gusta el verano, así que se respira buen humor.

Sin embargo, la falta de mar no impide tomar el sol al aire libre. Las chicas salen con sus bikinis a los parques y plazas. Se casi desnudan donde vean una porción de tierra o pasto, están tranquilas tomando mate y sol, y mientras tanto, a 10 metros la vida de la ciudad continua: los autos pasan, pitan [tocan la bocina], los conductores se putean dicen malas palabras, los zombies caminan alrededor... todo parece continuar a su vertiginosa velocidad, mientras el parque es el Ágora que congrega la pasividad. Ahí el ritmo cambia y la transición del tiempo sólo es percibida por la posición del sol que alimenta la piel. ¿Nada mal, eh? Pero después de tener la piel caliente y llena de bronceador, ¿cómo aguantan las ganas de un rico chapuzón en el mar?

Yo todavía no entendí bien, o más bien, me parece raro estar en bikini en el parque, así que no lo he hecho, pero a ellos parece funcionarles muy bien. En todo caso, ya se siente el verano en la ciudad. Cuando llueve no hace frío, es como una estafa, pero es el indicador más apropiado para decir que los bronceados están apunto de ser mi perdición.

Una muestra de que no es mentira que toman el sol en el parque ;)

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