15 de marzo de 2010

La Jornada Electoral en Barranquilla: pesadilla caribeña

Así que ayer se cumplió una jornada electoral más o menos satisfactoria en mi país Colombia. Me enteré de la agradable noticia que mi Antanas Mockus querido salió victorioso (hasta ahora) en los sufragios para representar al Partido Verde en la contienda presidencial. Esto me indica que los jóvenes estamos adoptando un rol más participativo y menos parasitario, como solía suceder, un punto positivo para comenzar a generar el cambio que queremos. Este evento y la caída del referendo, me dan una esperanza y un brillo en el corazón. Obviamente, no falta la enfermedad politiquera, que nada más de pensarlo me calienta. 

Sin embargo, esta entrada está escrita por una ciudadana elegida como jurado en las mesas de votación. Relata su nada agradable experiencia y nos invita a la reflexión. 

Los dejo con el texto, pero por mi parte quiero decirles, a mis amigos en la distancia, que están en Colombia y pueden votar que lo hagan a conciencia, con respeto por ellos y por todos lo que salimos buscando mejores oportunidades en otros países. Me visto de lo natural y apoyo lo que venga de Pacha Mama, porque el Partido Verde es mi elección.


Jurados: no tenemos voz ante unos medios “obnubilados” con los numeritos. 

Inconsistencias y sinrazones de una estructura electoral absurda.

A las cinco y media de la tarde estaba rompiendo centenares de papeles, impresos a todo color algunos, otros en blanco y negro, otros a una sola tinta, y veía que en las decenas de mesas a mi alrededor otros tantos jurados hacían lo mismo.

¿Cuántos árboles tuvieron que talar para fabricar estos cientos de miles de hojas?, pensaba, ¿cuánto nos costaría a los colombianos honrados, que trabajamos cada día de sol a sol, este papel que alegre e irresponsablemente nos mandan a romper y botar?.  Me parecía inconcebible que en medio de las campañas mundiales para economizar papel (“no imprima esta comunicación”), hubiésemos retrocedido a la época dinosaúrica en que desperdiciábamos sin compasión este recurso. Y me decía ¿no sería mucho más fácil meter toda la información en computador? ¿no es más sano, económico  y rápido?

Y de lo ambiental y económico pasé a lo político y social que me había molestado todo el día: ¿cómo es posible que el Estado (que según nuestra rimbombante Constitución nos debe amparar) nos castigue por cumplir nuestro deber ciudadano de ser Jurados de votación? ¿Cómo nos mandan en unas condiciones indignas a cumplir un deber estatal? ¿Por qué no verifican que en los colegios seleccionados hubiese baños y agua corriente para poder hacer una necesidad básica o lavarse las manos después de tanta tinta enredada en las huellas de votantes? ¿por qué hay dinero suficiente para imprimir tanto papel que luego se rompe y se bota y no hay para poner unos baños portátiles y una neverita de agua filtrada y helada? ¿es que somos ciudadanos de segunda en una Democracia elitista? ¿por qué para cumplir una tarea estatal que requiere miles de millones de pesos según la Registraduría Nacional, distribuyen contratos para armar frágiles y horribles cubículos, e imprimir millones de hojas destinadas a la basura, en una repartija impúdica de millones de pesos, mientras no hay $100 pesos para una bolsita de agua a un ciudadano jurado que aguanta 35º centígrados a la sombra? ¿es que somos ciudadanos de tercera en una “Democracia” en la que todo confluye sólo a los privilegios y a los privilegiados? Creo, definitivamente, que no hay nada peor que ser un “anónimo” en esta democracia excluyente.

Porque, claro!, para conservar mi trabajo yo debo cumplir con mis “deberes” estatales al punto de que ese mismo Estado que no me provee, transporte, agua, ni un refrigerio miserable (que era también objeto de repartija multimillonaria y vergonzosa), amenaza con multarme porque no le subsidio su trabajo ó porque tengo el atrevimiento de enfermarme, o de decir, “no tengo plata para un taxi” ya que el transporte desapareció al igual que en todas las jornadas electorales. (Y conste que harán otra “investigación” para “sancionar” a los buses que no cumplieron con sus funciones públicas.)  Absurdo: debo sacar plata de donde no tengo para transportarme ante la ausencia del poderoso y politiquero gremio; debo sacar de mi sueldo para pagarme un día entero de bebida y alimentación (había que castigar a los desvergonzados que se roban la plata de los refrigerios); debo llenar unas planillas (hechas por un ingeniero especialista de la Nasa) luego de interpretar la nulidad, los votos preferentes y no preferentes, que tampoco entendieron los votantes, y procurar llenar SIN UN ERROR  las tales enrevesadas planillas, a riesgo de que me acusen de fraude.

Por Dios!!! Kafka se quedó cortico!!! Claro que vamos a construir una nueva democracia a costa de la salud, del bolsillo, del “agradecimiento” y del sentido patriótico de esos ciudadanos de tercera categoría, que ni una palabra merecen de los Medios de Comunicación “engolosinados” con los resultados de los “Barones” electorales de siempre!!

SOLEDAD LEAL PACHECO
Cc 32.648.754 de Barranquilla
Jurado en Barranquilla
Zona 02 – Puesto 01- Mesa 71

2 comentarios:

Biru ;) dijo...

Menos mal y me seleccionaron como sobra de los despojos: "Remanente"

Joanna Riquett dijo...

Y eso qué significa? que te dejaron pendiente para la próxima?

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