Es extraño cómo me hace sentir la lluvia. Inexplicable mezcla de añoranzas, recuerdos, deseos y contemplación. Miro fuera de mí. Las calles duermen envueltas en la soledad del silencio. Las gotas y el movimiento de los árboles son los únicos que convierten en melodía la tristeza de una fría noche de invierno. Camino tranquila, segura y avanzo. Lo único que tengo son aquellas botas de lluvia que me regaló mi hermana y estos pensamientos furtivos, atorados en un nudo de garganta.
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