Además me doy cuenta de cosas que no tienen importancia, como que tengo más de 9 horas de jazz en mi iPod; que definitivamente y sin discusión me encanta Norah Jones, porque cada vez que suena una canción no puedo evitar cantarla; que Nina Simone me alegra con su voz; que Frank Sinatra me hace reir con sus comentarios; que tengo vecinos ruidosos y uno en especial que siempre grita algo que parece ¡GOL! pero ni idea qué partidos estará viendo; que en mi living no hay suficiente luz para poder leer mi propia letra; que en la próxima compra tengo que incluir galletas y chocolates en mayor cantidad; que a veces se me escapa un pensamiento inoportuno y eso me lleva al menos 20 minutos de divagación; y que me distraigo muy fácilmente con pequeñeces, aunque eso ya lo sabía. En todo caso, los domingos de estudio se han vuelto mis días favoritos en el invierno, sobre todo cuando Anna (mi roommie) también se sienta a mi lado a estudiar lo suyo. Nada de esto garantiza que logre terminar este maní en tiempo record. ¡Vamos Joa, tú puedes! (un poco de autopromoción y autofestejo son necesarios).
Bien ahí la tele apagada, eh! Por las escaleras a la izq. está la cocina y subiendo, mi cuarto. Me gusta mi depto :) |
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