Pues bien, esta noche me ha tocado a mí. ¡A mí que no cocino ni agua hervida! Pregunté algunos consejos, busqué en internet y finalmente la receta: ensalada de albahaca, tomate, aceitunas y rúcula; rollitos de tortilla con jamón y queso cremoso por dentro; papas al horno con nuez y crema. ¿Fácil? fácil para ti que cocinas, para mí no.
Como si fuera poco, cuando comienzo a cocinar pongo la música de mi iPod en random y la primera canción que sale "Girl, you'll be a woman soon", sí, esa que baila Uma en Pulp Fiction. ¿Son más señales acaso las que me llegan?
Después de una hora y media en la cocina, sin hacer más nada (debe ser por eso que no me gusta) estuvo todo bien. El resultado: 5 personas comiendo, sin intoxicarse, sin quejarse y diciendo que estaba rico. Tengo que reconocer que ya todos saben de mis aptitudes culinarias, pero aun así comieron. Al final, la verdad me gustó preparar la comida y que no fuera un desastre. Después de todo, el sabor casero se hereda, el problema es la presentación, la actitud o las ganas.
Así se debía ver:
Infortunadamente todavía hay unas cosas que tengo que ajustar (mucho).
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