Hoy volví a la escuela. Mi primer día de clases en la Maestría. A pesar de la congestión por la gripe, el frío y la despertada temprano, fue un excelente día. Conocí nuevas personas, me sentí atrasada en 'ciberconocimiento', tengo mil lecturas para hacer en casa (uh sí!), estoy cansada, con la cabeza llena de nuevas informaciones y ahora preocupaciones, pero estoy contenta. Debería estar leyendo el libro o los papers de tarea, pero aquí estoy.
Además, por encima de todo, he comprobado que puedo sobrevivir un día sin revisar mi correo, ni mis otras cuentas. ¡Todo el día! desde que amaneció y me fui a la U, hasta que regresé a casa a las nueve de la noche no miré mi correo y no morí!!
Claro, lo intenté una vez, más otra vez, más otra más, nunca funcionó la red. Sobreviví el día, pero no la noche. Apenas llegué en casa, sin pensarlo dos veces, sin pensar en la comida a pesar que mi estómago reclamaba, sin pensar en las llamadas telefónicas que debía hacer, lo primero que hice fue prender la compu, sentarme a escribir mails y revisar las 45 notificaciones de Facebook. Un desastre, dejo de revisar una mañana y tengo 10 mensajes en una cuenta, 48 en la otra (por lo cual los dos correos adicionales a los de FB eran spam) y eso que aún no he revisado mi correo corporativo, porque hoy no fui a trabajar!
Nada que hacer, lo tengo que aceptar, soy ciber-adicta, internet-adicta, facebook-adicta, correo-adicta... de hecho, soy de las que sin internet en su compu no sabe qué hacer con ella. En serio, ni siquiera puedo escribir si no veo al menos una ventanita abierta.
Además, son las dos de la mañana y me entró una curiosidad por 'googlear' a mis compañeros de Maestría a ver qué sale. ¿Puedo ser más inoficiosa?
¡Qué bloguda que soy!
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