¡Hola Buenos Aires! Ya te extrañaba.
Cómo estás de bonita y cambiada. Cuando me fui hace sólo un par de semanas eras más fría y egoísta. No te gustaba verme feliz cuando salía con el sol, tenías un tono más gris en la piel, el cabello más corto y llorabas más seguido.
Hoy veo que tu pelo cubre gran parte de tu cuerpo y tienes un bronceado especial. Me gustas Buenos Aires, hay cierto romanticismo en ti que me atrae. Admito que al comienzo te odié, pero con el pasar de los días te fui apreciando. Creo que tú tienes ese efecto, vas envolviendo y absorbiendo, hasta cuando estamos completamente involucrados. Debo tener cuidado contigo, no me quiero enamorar. No otra vez.
Siguen sin gustarme los que se dicen tus amigos. A veces te tratan mal y te hacen ver fea y rezagada. Son groseros, peleadores y egocéntricos. Quieren pasar por encima de ti, pero no han notado que tú eres mucho más que ellos. ¿Cuándo te darás cuenta de eso? Ay Buenos Aires, te estoy empezando a querer.
1 comentario:
Sí, cuando uno comienza a mirar las dulces y pequeñas diferencias, ya empezó a enamorarse!!!
Ah!!! y ya recuperaste el pensamiento"español" porque el anterior "Del Adios" estaba pensado y "escrito" en spanglish.
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